Un grupo de alumnos del colegio Arenas Internacional ha elaborado un proyecto para abastecer agua a La Graciosa, con energía limpia, que a su vez generaría unos beneficios anuales de hasta un millón de euros. La propuesta consiste en montar un salto de agua en el Risco, con una turbina y un pequeño parque eólico y fotovoltaico para autoabastecer el sistema de abasto y generar ingresos.

La idea de un grupo de alumnos de Primero de Bachillerato del Colegio Arenas Internacional parte de la base de que hoy día enviar agua a La Graciosa tiene un alto desembolso que no se rentabiliza.

Antonio Daniel Valenciano, uno de los creadores del proyecto, explica que «impulsar el agua desde las plantas de Arrecife hasta el depósito de Guatifay, en el Risco de Famara, para después enviarla a La Graciosa tiene un alto coste en energía, que no se aprovecha. Impulsar el agua cuesta mucho, para después no sacarle rendimiento. Por eso lo lógico sería que una vez que se tiene el agua arriba se pudiera instalar un salto de agua, con una turbina que aproveche la energía de la caída para generar electricidad».

A su vez una vez, se enviaría a La Graciosa el agua necesaria para el abasto, y el resto, por medio de una bomba, se volvería a enviar de nuevo arriba con la energía generada por un pequeño parque eólico y fotovoltaico, y por medio de una estación transformadora se vendería a Endesa la energía generada», explica también Samuel Palacios. De este modo, se generaría energía limpia que se vendería a la red y se obtendrían beneficios importantes.

Según los cálculos del estudio aumentando, el caudal que abastece hoy a La Graciosa hasta 600 metros cúbicos, se lograrían 6,8 millones de kilovatios, que supondrían un millón de euros de beneficio anual.

En este interesante proyecto han participado Antonio Daniel Valenciano, Samuel Palacios, Jenifer de León, Iván Melchor, Ana Cámara y Juan Manuel Viera.

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